viernes, 18 de mayo de 2012

A lo que llamamos 'cutting'.

Sinceramente, yo no sé lo que es sufrir. No quiero que nadie me juzgue por esto.


'Dame dolor externo a fin de que el dolor interno no acabe conmigo.'

No, no digáis que esto es de 'emos'. No digáis que esto es de depresivos, no. Gracias a gente como vosotros suceden estas cosas.

Hace unos años, no pasaban estas cosas... ¿Por qué? La gente no juzgaba tanto a los demás.
Esto no es a lo que vengo a decir.


¿Qué se siente? Voy a 'representar' que se debe sentir.


Principalmente, se siente odio, pero no odio a los que te rodean, a ti mismo. Odio porque no llegas a lo que quieres hacer, porque ves que nadie te apoya, y muchas otras razones.
Cuando sientes que, cualquier objeto que corte, roza tu piel, te pasa por la mente todo lo que quieres que acabe, te duele el pecho, te duelen esas cicatrices que aun no se han cerrado. Cuando sale esa primeriza gota de sangre, pequeña, sin ningún dolor aparente, piensas si vale la pena, pero ¿acaso vale la pena lo que estás viviendo? Por alguna cosa peor que la sangre te lo planteas hacer.
Cuando las marcas se ven, piensas '¿lo notarán?'. Vale, no lo notan, os lo confirmo. Pero hay otro tema, es si lo haces por dar pena o por... Por eso. Si lo haces por dar pena, mejor te rompes un pie.
Las gotas de sangre caen hacia abajo, tal y como la ley de la gravedad las obliga.
El mejor consejo ante esto, al cabo del tiempo, te arrepentirás por dos cosas. Una de ellas es por haber sufrido por gente que no valía la pena, la otra por hacerte cicatrices que dejaran una marca en tu cuerpo toda tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario