viernes, 28 de diciembre de 2012
Una historia más que contar. Número 4.
- Venga, Irina, sopla las velas. - me susurra Rob a la oreja, con voz tierna.
- ¡Pide un deseo! - me chilla Víctor, aunque está a cinco centímetros.
Víctor aún es muy pequeño para entender que los deseos no se cumplen, aún sueña que algún día será un héroe, solo tiene 6 años.
Cierro los ojos y soplo las 15, cumpliendo las órdenes de mi hermano Víctor. 'Quiero ser la chica más perfecta del universo.'
Toda la gente sonríe, aplaude y cita el típico 'Felicidades'. Rob me acaricia el pelo suavemente y yo le dedico una sonrisa. Entonces es cuando suena el timbre y de detrás de la puerta aparece una chica alta y rubia, con piernas de infarto y cuerpo perfecto, que me sonríe con su dentadura blanca y sin ningún defecto.
- Felicidades, princesa. Siento llegar tarde. - me da un ligero beso en la frente. - La próxima vez juro que llegaré a la hora.
Siempre dice lo mismo pero, ¿quién no perdona a mi perfecta hermana Raquel? Ojalá fuera ella.
- ¿Vamos fuera? - me pregunta Rob.
Asiento y me levanto de la silla, huyendo de la toda esa familia que solo veo para celebrar algo.
- ¿Feliz? - me pregunta, sabiendo que la respuesta no va a ser afirmativa.
- Ya he perdido 15 años de mi vida, ¿tu qué crees?
Se encoge de hombros. Nos apoyamos en las vallas de un parque al cual hemos llegado. Pasa sus manos lentamente por los bosillos de su pantalón, mientras yo miro mis piernas, deseando que fueran las de Raquel. Del bolsillo derecho saca una caja de cigarrillos marca Winston sin estrenar, que seguramente ha robado a su hermano mayor, y del bolsillo izquierdo saca un mechero verde.
- No deberías fumar. - digo mirándole las manos.
- Tú misma lo has dicho, no debería.
- Eres menor.
- De aquí 182 días ya no. - dice mientras expulsa el humo que está volviendo, poco a poco, negros sus pulmones.
Me siento en el frío suelo, aún apoyada en las vallas. Desde aquí miro a Rob otra vez, la posición en que está, la cara seria que pone, y noto como mi corazón para de later cuando él me devuelve la mirada con una sonrisa dibujada en sus labios.
- Irina, ¿qué es lo que más deseas?
- Si te lo dijera ya no tendría gracia.
- Que infantil eres.
Bufo, odio que me digan cosas relacionadas con ser pequeña, infantil, o que me comparen.
- ¿Y tú, listillo?
- No sé... Quizá la felicidad, la vida perfecta...
El viento se lleva nuestras palabras.
- ¿Sabes qué? Este año, - digo mientras me levanto. - prometo cumplir mi deseo.
Rob me mira con una medio sonrisa, y yo hago un movimiento que da a entender que ya es hora de irnos.
Ya no sé como despedirme de él. ¿Dos besos? ¿Un abrazo? ¿Un beso en los labios? ¿O quizá solo le digo adiós? ¿Le digo 'te quiero'? Inspiro y expiro.
- Que acabe bien tu día, pequeña. - se acerca a mí, abriendo sus brazos para apretarme entre ellos, y seguidamente me da un beso en la mejilla, muy cerca de mis labios. Quizá demasiado cerca para que signifique simplemente un beso. Siento como nuestros corazones laten a la vez, haciendo de la despedida algo especial. - Buenas noches.
Entro a mi casa y voy directamente a mi habitación para encerrarme en un tranquilizante silencio.
Hoy empieza la lucha para ser perfecta. Para ser fuerte y brillante, para poder volar.
Pongo el espejo que puede reflejar mi cuerpo entero delante de mí, cojo un retulador de pizarra de los que se pueden borrar, y acerco la báscula a mi lugar. Coloco un boli y una libreta encima de la mesa, y al principio de la hoja escribo 'Cosas que tienen que mejorar.'
Me desnudo delante del espejo y solo hago que ver estrías y estrías, causadas por la grasa que me sobra. Demasiadas curvas. Nada de esto es lo que tiene Raquel. Empiezo a marcar con el retulador todo eso que sobra, todo eso que no debería estar ahí. Me peso, y unos números horrendos aparecen en la báscula, mi hermana debe pesar 15 kilos menos que yo, seguro.
Me vuelvo a vestir y escribo todo eso que está mal en la libreta.
Aún sigue todo en silencio.
Todo lo físico se puede arreglar pero, ¿y yo? Todo de mí es malo, todo lo hago mal, no hay nada que se me dé bien.
Leí en un blog que si te cortabas todo lo malo salía... Pero no creo... Pero por intentarlo no pasa nada... Quizá tienen razón. No lo dirían si fuera mentira, ¿no?
Cojo el cúter que utilizo para las clases de plástica y me lo acerco a la muñeca. Hago un corte superficial, pero no ocurre nada. Quizá tiene que ser más profundo. Otro corte, y noto como mis músculos se relajan, y otro, y otro, y otro, hasta que llegan al número 15. Caen gotas de sangre que manchan el suelo, pero no importa. Ahora me siento mucho mejor. Ya he hecho todo lo que debía hacer hoy. Mañana seguiré, mañana me haré más fuerte.
A la que me despierto noto como mi muñeca me escuece, pero es un dolor agradable.
Primer paso a hacer hoy: no comer.
Segundo: cortarme otras 15 veces.
Los primeros días comía lo esencial, y lo cortes aún no eran lo suficiente profundos. Pero con los meses las cosas fueron mejorando, yo cada vez estaba más delgada, más chicos me sonreían por los pasillos, más chicas me envidiaban, mis cortes eran más profundos, y por esa misma razón yo cada vez era más perfecta.
- ¿Estás bien? - me pregunta Rob.
- Fenomenal.
- ¿Temes a algo?
- A engordarme.
- Que cosa más estúpida.
- Más estúpido eres tú, imbécil.
Lo miro con odio en los ojos, antes su presencia me relajaba, ahora solo hace que irritarme.
En realidad tengo miedo, tengo mucho miedo, no quiero que sepa todo lo que estoy haciendo para gustarle, tengo miedo de que piense que estoy loca como dicen todas en el vestuario.
- Irina, yo... - se queda pensativo por un instante - Bah, da igual. ¿Sabes? Cada día te veo más delgada.
- ¿Y eso es malo?
- Y pálida. No pareces la misma de antes.
Ni quiero parecerlo, antes era una foca, ahora la ropa de Raquel me queda perfecta. Pero debo perfeccionar más mi figura, quiero ser mejor que ella.
- ¿A caso te importa? - le pregunto con asco en la voz.
- Claro que me importa, tonta. Eres la persona que más me importa en este mundo. - me sonríe, cosa que me hace sentir mal.
Niego con la cabeza y me voy dejándolo solo, sin despedidas.
Cuando llego a casa, Raquel me espera.
- ¿Crees que esto es una competición? - dice, con voz furiosa.
- ¿Eh?
- Se te ven los huesos, las mejillas las tienes metidas hacia dentro, pareces una muerta de hambre.
- No exageres.
- Das asco. - eso ha dolido.
- Tú si que das asco, que se te ve la barriga a un kilómetro de distancia.
- Sigues dando más asco que yo, Irina.
- Raquel, no me sueltes sermones sobre como tengo que estar. - 'Esto es por tu culpa, por la envidia que te tenía y te tengo. Porque aunque yo ahora estoy más delgada que tú, tú sigues siendo perfecta y yo no.' - Me repugnas.
- ¿Qué quieres conseguir?
- Ser mejor que tú.
- Ya lo eras, pero la has cagado.
- Cállate, puta.
Su mano derecha colisiona en mi mejilla izquierda, dejando sus cinco dedos como marca.
- Te odio. - estoy chillando, estoy perdiendo la cabeza.
- Como no subas de peso irás a un manicomio, y te aseguro que no te va a gustar.
- Tú no me tienes que controlar.
- Tienes toda la razón, es tu madre quien tendría que hacerlo, pero está demasiado ocupada para darse cuenta de que te está perdiendo, igual que pasó conmigo.
Y habiendo dicho eso, abre la puerta y sale de la casa.
Me desplomo en suelo, y lloro. Noto como mis huesos se clavan en mi blanca piel.
Tardo media hora en levantarme, pero diez minutos en cortarme 15 veces, ya no es suficiente. Nada me parece suficiente.
Suena el teléfono.
- Irina, te necesito. - es la voz de Rob.
- ¿Qué?
- Necesito que vuelva la chica que hace 182 días me dijo que iba a cumplir su sueño.
- Y es lo que estoy haciendo.
- ¿Y ahora ya me puedes decir qué era?
- Ser la chica más perfecta del universo.
- ¿Y no lo eras?
- No. - escupo todas las palabras que salen de mi boca.
- Para mí sí, ¿sabes?
- Rob, tú no eres el centro del universo.
- Pensaba que sí lo era para ti, igual que tú lo eres para mí. Has hecho de ti un monstruo.
- Se me olvidaba, feliz cumpleaños Rob, ya eres mayor de edad.
Y esas fueron las últimas palabras que escuché, 'has hecho de ti un monstruo', ahora ese monstruo yace sin vida, solo pero perfecto.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER 'UNA HISTORIA MÁS QUE CONTAR. NÚMERO 1.'
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER 'UNA HISTORIA MÁS QUE CONTAR. NÚMERO 2.'
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER 'UNA HISTORIA MÁS QUE CONTAR. NÚMERO 3.'
domingo, 2 de diciembre de 2012
Una historia más que contar. Número 3.
Me siento en mi sitio, sin nadie al lado, como siempre. Nadie me dice buenos días, ni siquiera me dedica alguien una sonrisa. Mientras saco las cosas de mi mesa para empezar la primera clase puedo ver como chicos y chicas se saludan con dos besos o con abrazos. Una mano desconocida me baja el gorro que llevo y hace que me tape la cara, y se escucha como las cosas que habían en mi mesa caen ahora al suelo. Suspiro, noto como mi aliento se choca con la lana del gorro. 'Estás mucho mejor con la cara tapada, bicho.', dice una voz cercana a mí, probablemente quien a tirado mis cosas. Reprimo mis lágrimas, me muerdo el labio por debajo del gorro y me lo quito, intentando parecer más fuerte de lo que nunca llegaré a ser. Recojo mis cosas, y busco entre los pies de mis compañeros de clase los cuatro bolis que me faltan, uno verde, otro azul, otro rojo, y el último, el negro. De ese color lo veo todo, negro, como el carbón. Un pie con unas botas de tacón de aguja me empuja para que caiga, y por desgracia lo consigue, y ese precioso tacón me lo clava en el centro de mi mano derecha, lo cual provoca que me salga un moratón. Me levanto, con gotas de agua saladas a punto de caer de mis ojos, pero les impido la salida. El profesor llega, los alumnos se sientan en sus respectivos sitios, el hombre mayor les manda callar. Siempre he pensado que los profesores están ciegos. ¿Nunca han visto nada de lo que mis compañeros me han hecho durante todos estos años? Bueno, no pasa nada, pronto terminaré con esta tortura de una vez, yo solita, como siempre he hecho.
La hora del patio llega, pero no estoy dispuesta a que me vea nadie allí sola, así que me encierro en el lavabo, ya es rutina. Me siento en la tapa del váter y hundo mi cara en la bufanda que llevo puesta. Y de vuelta a la clase, entre empujones, pero hay algo que no puede faltar. Un chico de ojos verdes me hace la zancadilla y caigo dando vueltas por las escaleras. Noto como mi labio inferior se empieza a hinchar. Las dos siguientes clases pasan, con algunos insultos como torpe, idiota, fea, gorda, rara, asquerosa. Pero, ¿qué más da? Pronto le pondré fin.
Salgo la primera de todo el instituto y echo a correr. En diez minutos llegaré a casa y todo acabará, hoy es el día, mañana será todo muy diferente.
En un semáforo un coche casi me atropella, estaba a cinco segundos de haberme hecho mi trabajo más fácil, pero no, mi vida nunca hará que nada me sea fácil.
Subo los ocho pisos que me separan del suelo, ya que en este dichoso edificio no hay ascensor.
Llego a mi casa, solitaria, solo se escuchan las agujas de los relojes de la casa. Nadie estaba allí, nadie me estaba esperando con los brazos abiertos.
Tiro mi mochila y cojo un papel y con mi penosa caligrafía escribo un 'Lo siento, no aguantaba más. Gracias por hacerme entender que vivir no era mi elección, sino la vuestra. Gracias por estos catorce años de tortura'.
Abro la puerta del balcón, me subo a la barandilla y me dispongo a saltar.
Adiós.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER 'UNA HISTORIA MÁS QUE CONTAR. NÚMERO 1.'
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER 'UNA HISTORIA MÁS QUE CONTAR. NÚMERO 2.'
viernes, 12 de octubre de 2012
Tienen miedo.
Dentro de una habitación de paredes blancas se pueden esconder miles de problemas. Puedes ver a una mujer mirando a otra mujer que está en una cama, mayor que ella, pero de la misma sangre, está mirando a su madre. Le coge la mano, aunque ella no lo note, la mira con admiración, con cansancio en los ojos, con ganas de llorar, con ganas de volver al pasado. Al lado puedes ver a el hermano de la mujer mayor, agarrando con fuerza el bastón que lleva para andar, furioso con la vida, con Dios. Junto a él hay dos jóvenes, el chico niega con la cabeza, la chica reprime las lágrimas que están amenazando caer, ninguno sabe que decir. Al otro lado de la habitación dos hombres miran a esa misma mujer, con ojos llorosos, preguntándose el porqué de todo. Son el hijo y el marido. Hablan entre ellos, diciendo cosas sin importancia, ignorando lo que tienen delante de sus ojos, lo evidente. Cuando todos callan se pueden entrever todos los fantasmas que les persiguen, se puede respirar miedo, desesperación. A veces le hablan a ella, intentando tener la mejor voz posible, aún sabiendo que no les escucha. Pensar que todo va a terminar cuando un corazón para de later, les derrumba por completo. Algunos miran por la ventana, observando el cielo tapado por miles de nubes grises, imaginando que están allí por una tontería, que el día siguiente todo volverá a ser igual. Por desgracia, eso no podrá ser, nada volverá a ser como antes.
sábado, 29 de septiembre de 2012
No hay nada que hacer.
Hablo conmigo misma, veo mi pasado. Solo veo fallos y errores. Sigo sintiéndome tan sola como entonces, como cuando nadie estaba allí para frenar mis pensamientos. Recuerdo que perdí mi cabeza por tonterías, que caí demasiado bajo por creer mentiras. Puedo verme ahora, sentada en una esquina a oscuras, con las rodillas cerca del pecho para hacerme pequeña, balanceándome para no llorar, que sigo igual de perdida que antes. Por más que intente superar ésto nunca podré y que lo peor aún está por venir.
Todos esperan mi caída, también yo, pero esta vez aguantaré más, solo para demostrar que ahora soy un poco más fuerte.
Puede que me rinda, pero antes habré luchado.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Tengo miedo.
Tengo miedo que un mañana, cuando despierte ya no estés.
Tengo miedo de que en un futuro solo te pueda ver en fotografías y en mis recuerdos.
Tengo miedo de que un día de estos ya no te pueda abrazar.
Deseo con todas mis fuerzas no vivir esos días sin ti, porque estaré sola en un mundo de locos. No te tendré a ti, esa persona que siempre que me veía me abrazaba y me sonreía sin esperar nada a cambio.
Pero no quiero rendirme cuando tu no estés, porque tu no querrías eso, pero lo veo tan difícil... Veo tan difícil tener que vivir en un mundo sin ti...
Tengo miedo del mañana. Tengo miedo de una llamada. Tengo miedo del cáncer. Tengo miedo de la muerte. Tengo miedo de un corazón que pueda dejar de latir. Tengo miedo de no despedirme. Tengo miedo de que no sepas como te quiero. Tengo miedo de no poder afrontarlo. Tengo miedo de perderme.
Tengo miedo de no saber el porqué de las cosas, y sobretodo de esta.
lunes, 3 de septiembre de 2012
La primera palabra de esta página.
Hablaremos de la primera palabra de esta primera página de esta pequeña historia.
Tú, que no sé quien eres, que estás leyendo esto, quiero decirte algo.
Aunque no sé ni como es tu carácter ni tu físico, eres alguien perfecto. Por más que la gente diga lo contrario, por más que tu cerebro diga lo contrario, eres una persona perfecta. No importa lo que dice el espejo, no importa nada que no sean bonitas palabras.
Sé que todos tenemos defectos y virtudes, pero ellos son los que nos hacen ser quienes somos. Envidiamos a esa gente que parece perfecta, pero, ¿crees que esa gente piensa eso? Es igual que tú, esa gente también te envidia a ti.
Así que sonríe, acéptate, y aunque sea difícil, quiérete.
domingo, 26 de agosto de 2012
Pensando en todo y en nada.
No necesito levantarme para poder ver que el viento mueve las hojas de los arboles de la calle, que parecen suspiros porque alguien falta. También puedo ver las blancas nubes deslizándose suavemente por el cielo, que dejan entrever un azul claro más arriba, donde dicen que está el paraíso.
Entonces, tan molesta como siempre, suena una sirena de una ambulancia.
Pero no es el sonido el que me molesta, sino las consecuencias de él.
Puedo ver como algunos lloran preocupados desde sus casas, otros que agarran con fuerza la mano del que está estirado en la camilla, puedo ver algunos niños que no entienden lo que pasa, pero saben que algo malo ocurre.
Noto una gran angustia, pensando que también puede ser que yo conozca a la persona que va dentro de ese vehículo, que quizá de aquí unos minutos puedo recibir una llamada que me haga llorar. Una maldita llamada que hará que me sienta el ser más inútil del mundo.
Pero gracias a Dios, esta vez, yo no voy a recibir ninguna llamada. Yo voy a seguir estando sola, escuchando alguna triste canción y observando mi alrededor, pensado en todo y en nada.
jueves, 23 de agosto de 2012
No entiendo.
No sé si sigo queriéndote, si quiero volver a amarte.
No sé si lo que siento es añoranza o que no me gusta estar sola.
No entiendo porque sigo pensando que eres perfecto, cuando sé que por alguna razón todo terminó.
Me siento confundida, pienso que eres lo mejor pero también lo peor.
Creo que mi cerebro me miente, porque solo me dice 'es él'.
Ignoro mi corazón, ya que tantas veces me falló, pero mi cerebro intenta hacer lo mismo.
Como dicen, donde hubo una llama siempre quedarán cenizas, y que el primer amor nunca se olvida.
ES UNA MIERDA, LO SÉ, PERO ERA PARA ESCRIBIR ALGO.
domingo, 12 de agosto de 2012
Sinopsis de 'Respírame'.
Se titula 'Respírame', es la vida de dos chicas, llamadas Emily e Iris. Las dos chicas tienen una vida completamente distinta y no se conocen de nada. Ambas tienen 16 años, apunto de terminar 4º de la ESO. También podemos decir que tanto Emily como Iris son bisexuales, así que no nos privaremos de hacer escenas heteros u homos, para gustos los colores.
Algún día, las dos adolescentes tendrán un encuentro y se conocerán. ¿Qué pasará? Todo está por ver.
Hay caminos que se juntan y otros que se separan, pero tanto para una como para la otra sus caminos serán difíciles de recorrer solos.
Os dejo aquí el link: http://respirame.metroblog.com/
Espero que alguien tenga algo de curiosidad y se anime a leer.
jueves, 9 de agosto de 2012
¿Sabes el daño que puedes hacer?
Hoy, me han dicho drogata porque tengo heridas en mis piernas, decían que parecía que tenía muchas vacunas o que me pinchaba.
Quiero decir algo...
¿Sabes por qué tengo todas esas heridas? ¿No? Pues te callas.
¿Sabes si tengo alguna enfermedad en la piel? ¿No? Pues te callas.
¿Sabes lo que es que se rían de ti? ¿No? Pues te callas.
¿Sabes lo que es que te insulten por tu físico? ¿No? Pues te callas.
¿Sabes el daño que puedes hacer riéndote de cosas de las cuales desconoces su razón? ¿No? Pues te callas.
¿Me conoces tanto como para juzgarme? ¿No? Pues te callas.
O al menos piensa antes de hablar, porque por culpa de gente como tú, no vale la pena vivir en esta sociedad.
lunes, 6 de agosto de 2012
Miro atrás.
Sin razón alguna.
lunes, 30 de julio de 2012
Solo son palabras.
El día empieza y la gente habla. Pueden decir miles de cosas, ciertas o falsas, agradables o desagradables, pero al fin y al cabo, solo son palabras. El problema de estas palabras sueltas que forman frases con sentido, es que pueden hacerte la persona más feliz del mundo o la más triste, o serte indiferentes. También pueden hacerte sonreír o llorar, pero eso tiene que ver con el sentimiento que te transmitan esas frases.
Y todas estás palabras son las que nos hacen el ser más inteligente y más estúpido del planeta Tierra, ya que nos engañamos.
Las mentiras duelen, pero según que verdades aún más, pero solo son palabras, letras juntas. Sin embargo me gustaría saber quien invento eso de mentir, eso de hacer daño a la gente simplemente hablando, solo con el sonido de nuestras cuerdas vocales.
Los 'te quiero', los 'te amo', los 'te odio', los 'cállate', los 'déjame en paz', que nunca hemos dicho, que son mucho más importantes que todas las mentiras que saca nuestra boca, que rozan nuestros labios.
Pero sigo diciendo que solo son palabras, que como muchos dicen, los hechos son muy importantes, pero lo que digamos siempre va ha quedar en las mentes de los demás, haciendo daño o ayudando a sobrevivir.
martes, 17 de julio de 2012
McFly, mi vida.
Harry Mark Christopher Judd, Daniel Alan David Jones, Tom Michael Fletcher, Dougie Lee Poynter, resumiendo: McFly, mi vida.
lunes, 16 de julio de 2012
¡IMPORTANTE!
Y UNA COSA MUY IMPORTANTE ME GUSTARÍA QUE DEJARAIS COMENTARIOS AQUÍ (EN ESTA MISMA ENTRADA) O EN MI TWITTER O EN MI FACEBOOK, COMO VOSOTROS QUERÁIS, SOBRE ALGÚN TEMA PARA ESCRIBIR LAS PRÓXIMAS HISTORIAS, DEL MISMO ESTILO, CLARO.
GRACIAS POR LEER.
Siempre agradecida, Eulàlia.
domingo, 15 de julio de 2012
Una historia más que contar. Número 2.
Llegué a casa a las 5 de la mañana, hecha polvo. Una noche de fiesta, como muchas otras, joder, es mi vida, mi juventud, tengo que disfrutar, igual que tu también deberías hacer. Pero ayer fue una noche distinta, todo iba fenomenal hasta que vi a Fran muy ocupado con otra chica. Vale, que Fran y yo no eramos más que un rollo de verano, ¡pero que hacía cinco minutos me había dicho que me quería! Hijo de la gran...
Vale, me tranquilizo, aunque me tendrías que entender. Amar, sí, amar, yo lo amaba sin embargo él a mi no, bueno a lo que iba, amar y que te sean infiel. Duele tanto...
Salí corriendo como una loca de esa maldita discoteca, llorando y queriéndome morir allí mismo.
¡Pero qué digo! Morir por esa tontería... Ahora, ahora sí que me quiero morir. Vale, vale, no digo más barbaridades.
Mi amiga Mireia, corrió destrás de mi, gritando mi nombre. Decía 'Joder Mónica, ¿qué coño te pasa?'. Me cogía del brazo pero yo me apartaba de ella aún corriendo.
Cuando llegué a casa, a las 5 como te he dicho, me fui a dormir. No desperté hasta las 3 porque adivina, Fran me llamaba. Contesté con mala hostia a todo lo que me decía, já, hasta me pidió perdón... Lo más estúpido es que le perdoné... Y quedamos para comer, sí, a las 3. Pero joder, que me siento tan mal...
Tu me llamabas y yo no te cogía el móvil, 10 llamadas perdidas, que idiota soy, lo siento mucho Pat. Soy... Soy tan gilipollas... Todo porque yo me estaba peleando con Fran porque me acababa de dejar, ¡me había mentido! Me había pedido perdón para poder hacerse el valiente y cortar conmigo delante de todos sus amiguitos. Es que soy imbécil. A la onceava vez te lo cogí. '¿Qué quieres pesada?' Me arrepiento tanto de haberte dicho eso... 'Mónica, por favor ven, ¡corre! ¡VEN!', no entendía nada en ese momento y incrédula dije 'Ahora, corriendo', oh Dios, ¿por qué soy tan retrasada? 'Por fav.............................' '¿PAT? ¡¿PATRICIA?! JODER NO ME ASUSTES, ¿HOLA? ¡PAT!' Por fin reaccioné. Demasiado tarde, pero eso tu ya lo sabes.
Lo hago todo demasiado tarde todo, Pat, en ese momento perdí todo el derecho a ser tu mejor amiga, lo siento.
Fue cuando llegué a tu casa, que supe que yo daba asco. Vi la puerta abierta, y destrás de ella a ti tendida en el suelo, sin vida aparente, sangrando por la cabeza, con los ojos cerrados. Caí al suelo, no sabía que hacer, llamé a la ambulancia, y con ella llego la policía.
Me hicieron muchas preguntas, muchísimas, estaba harta de responder, yo solo quería saber como estabas tu.
Y ahora es cuando me dices que me odias, ¿verdad?
- No, te quiero muchísimo Mónica, eres única. Y encima, ¿no ves que bien estoy ahora? Te quiero mucho, mejor amiga.
viernes, 13 de julio de 2012
Mamá, de personas como yo hay pocas.
Muchas veces me han dicho (a mi como a todos) que les explique como soy, mi contestación típica es 'friki'. Pero eso no me define, ni por asomo, a lo como en realidad soy.
Soy maniática, perfeccionista con según que cosas, me irrito muy fácilmente, grito mucho, soy una histérica, tengo una mente MUY pervertida para mi edad. Bah, cutreces. Más que nada soy... Soy diferente, bueno, en realidad todos somos diferentes.
Puedo decir que me gusta la música con guitarras, bajos, baterías y buenas voces, pero lo que más me gusta de la música son las letras de las canciones. Esta es mi segunda definición más amplia que tengo, 'fan'.
Tengo una gran obsesión con las zanahorias, quiero decir, los/as pelirrojos/as, toda cosa naranja que se mueva me gusta, cosas de la vida.
Más cosas... Me gusta la fotografía, pero no hacia mi, sino hacia la gente que sabe expresar sus sentimientos en la cara, no eso de solo sonrío para las fotos, no, me gusta el significado que dan las fotografías, el momento de esa foto. También me gusta hacia la naturaleza y aveces hasta a los objetos sin sentido... Si queda bien ante la cámara, perfecto.
Me gusta tanto leer como me gusta escribir, como ya habréis visto en mi blog... Me gusta leer, simplemente, porque desaparece mi vida, delante de todas esas letras, estoy ausente a todo lo que me rodea. Leer, junto a la música y a escribir, son las únicas cosas que consiguen sacarme de un mal día.
Y bueno, me gusta el inglés, oh sí, un idioma me gusta, me gusta el acento, me gusta la forma en que suena una cosa en ese idioma. Todos mi ídolos hablan inglés, y... Gracias a este idioma he conocido a una persona muy importantes, y que han podido compartir este sentimiento conmigo.
Ya sé que cambia de tema muy rápidamente, lo siento, no tengo ningún guión previo como hacía últimamente.
No creo en Dios, pero sí. La vida me ha demostrado que creer en Dios no me va ha servir para absolutamente en nada. Cuando una persona tiene cáncer, Dios no la va a ayudar a susperarlo, lo siento, no creo en ese ser. Pero, a veces, ¿no necesitáis creer en algo? Algo que te escucha, que te ayuda, yo que sé. Me contradigo en este tema, pero es que voy a un colegio de monjas, de alguna manera me afecta, de alguna manera me han echo creer en Dios.
Llevo una dilatición y antes no llevaba pendientes nunca. ¿Y eso qué importa? Bueno, pues, yo creo que en esto, no tengo gran personalidad, lo veía en personas góticas y me gustó, y ahora está de moda, já. Después llevo flequillo, ya hace unos cuantos años, otra cosa que creo que no es de tener mucha personalidad, pero es que no me gusto sin flequillo. Llevo el pelo corto, uo, en esto cambié radicalmente, llevaba el pelo largo, pero todas iban igual y decidí cambiar, ser diferente una vez más. No me maquillo; primera, que me da muchísimo palo; segunda, creo que eso es para gente mayor; tercera: me gusta más ir a lo natural. No voy a ser la típica que dice 'La chicas se maquillan por inseguridad a no gustar', no lo creo así, te maquillas porque te gusta a ti, no a los demás. Suelo estar blanca de piel, pero eso tiene dos razones, no me gusto morena, y no me gusta mi cuerpo para ir mostrándolo por el mundo, eso es todo.
Qué más... Suelo ir vestida diferente, sobretodo desde este año, no quería, ni quiero, parecerme a esa gente que digamos, no tiene buena reputación.
Me gusta estar sola, tener tiempo para pensar, la mayoría de mi 'tiempo libre' lo paso sola, y no porque no me digan de quedar mis amigas. Si quieres quedar con alguien, pues se lo dices y quedar, uf, que difícil, ¿verdad?
Y creo que, como muchas personas me han dicho, he madurado un poco, pero sigo siendo una inmadura en potencia, fan de los peluches, de los dibujos animados y esas cosas.
Ah, tengo miedo al futuro porque no sé que me depara; a la muerte pero no a mi muerte, a la de la gente que me importa; y a la oscuridad, simplemente porque no veo lo que hay. Tengo belenofobia, y si me conoces más sabrás que tengo una belenofobia muy extraña, más que nada la tengo cuanto otra persona me tiene que pinchar.
Cojo cariño a la gente muy fácilmente, y eso me jode, entonces muchas veces soy distante con según quien. Hago amigos por internet y a veces son más importantes que los que conozco en persona. Puedo llegar a ser muy desconfiada con la gente que me ha hecho 'putadas', puedo no hablar a alguien durante mucho tiempo, y no es que sea por orgullo, lo que pienso es 'Si no me hablas, ¿para qué te voy ha hablar yo?', y así.
Y bueno, ya está, si se me ocurre algo más ya lo pondré.
lunes, 25 de junio de 2012
Una historia más que contar. Número 1.
Me han ido pasando pequeñas cosas, ¿sin importancia?
Todo empezó un día de verano, no cualquier día, el día 24, a las 0:00, lo recuerdo tan bien. Delante mío saltaban chispas de los petardos, daban color a mis ojos, me dejaban sorda, ¿pero a quién no le gusta esa sensación? ¿A quién no le gusta ese día?
Delante mío se encontraba el mar y una bengala en mi mano, debajo y detrás arena. A los lados tenía a Miquel y a Lucinda, unos conocidos de esa misma noche.
Mi primera pregunta sin respuesta '¿Qué hago yo aquí?'.
San Juan terminó, todo el suelo con petardos, la arena quemada, el cielo brillando, y cenizas por todos sitios, como siempre... El fuego puede que termine pero siempre quedarán cenizas, dicen.
'Buenas noches' me desearon los dos desconocidos, y con esas últimas palabras me fui a dormir.
Me desperté con ganas de matar al maldito teléfono, en la pantalla se podía ver el nombre de mi mejor amigo, Jordi. Pero no fue él quien hablaba conmigo desde su móvil, era su madre. Me estaba informando de que Jordi había sufrido un accidente con los fuegos de anoche y tenia quemadas grabes. Estaba ingresado, en coma. No me lo podía creer. Su madre lloraba desesperada y yo... Yo me quede mirando al infinito mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas. Grité 'no' cómo si me estuvieran matando, y colgué.
'¿Por qué él?' No paraba de decirme que era por mi culpa, fui yo quien se enfadó con él porque... No me acuerdo ni por qué me enfadé con él, me siento tan mal aún, no lo quiero ni recordar.
Pasaban meses, cada día lo iba a ver... ¿Pero sabes qué? Ya nunca jamás vi sus ojos azules abiertos, ni su sonrisa... No pude reírme con él, no pude volver a estar completa. Nunca más escuché su voz, y eso me rompió por dentro, y aún me duele, todo fue por mi culpa.
Por mucho tiempo nadie vio ninguna sonrisa dibujada en mi cara, ni siquiera una pizca de felicidad en mis ojos. Pero la única cosa que me hizo feliz fue tatuarme 'Jordi' en el pie. ¿Por qué en el pie? Buena pregunta, lo conocí porque me hizo una zancadilla.
Me intenté suicidar tantas veces después de que muriese, siempre acababa en el hospital... Tenía el deseo de volverlo a ver, quería morir para estar con la persona que más había querido en mi vida.
'¿Por qué el destino no me dejaba morir en paz?' Otra de mis preguntas.
Vamos a hacer un pequeño descanso, mañana seguiré contándote la historia.
Seis meses después de la muerte de Jordi conocí a Josh, no, mentira, ya lo conocía pero nunca habíamos hablado. Era... Había sido el mejor amigo de Jordi. Simplemente se acercó a mi, me dedicó una falsa sonrisa y me preguntó '¿Qué tal?'. Sin responder nada le pregunté yo a él '¿Y tú?'. La respuesta fue tan simple, una sola sílaba 'Mal', tan sincero como su mirada.
El tiempo iba pasando, Josh y yo eramos amigos, muy amigos. Al principio no veía nada en él. Pelirrojo, ojos verdes, piel blanca, mil y una pecas... Pero aveces las personas se enamoran, yo me enamoré de él cómo de nadie. Sus labios eran suaves, de color rosa clarito.
Y mi primer beso fue con Josh, sí. Los dos suspiramos, nos miramos a los ojos y al unisono preguntamos al aire '¿Qué pensaría Jordi de esto?'.
Sus brazos eran los más acogedores del mundo, sus besos los mejores, sus palabras las más perfectas...
Él siempre me decía que me tenía que relacionar más con la gente, pero siempre le respondía con miedo en la voz '¿Y si me enfado con ellos y después les pasa algo como a Jordi? Hasta tengo miedo de perderte a ti...', y esa conversación acababa siempre con un beso para callarme y no dejarme seguir.
Ya llevábamos tres malditos años juntos. ¿Por qué malditos? Siempre era la misma historia, remordimientos, cada San Juan Josh y yo deprimidos, los meses siguientes era peor. Yo seguía con mis intentos de suicidio, Josh no soportaba mis ganas de morir, me gritaba, no me miraba a la cara, no me hablaba. Mi único apoyo y por mi culpa lo perdía. Y siempre la misma disculpa 'Lo siento Josh... Yo no... No lo soporto', me miraba con los vista perdida y asentía.
Uno de mis intentos de suicidio más habitual era eso que dicen... 'Cortarse las venas', él nunca me había visto en pleno acto hasta que llego el día.
Me miró las manos, la sangre que recorría por mi piel, cayendo al suelo. '¿ENSERIO EULÀLIA? ¿DE VERDAD? ¿QUÉ ARREGLAS CON ESO? YA NO AGUANTO MÁS TUS LOCURAS, TUS TONTERÍAS, TUS COMIDAS DE CABEZA. JODER, QUE ADEMÁS DE AGUANTARTE A TI, TAMBIÉN TENGO QUE AGUANTARME A MÍ, ¿SABES?' Aún me acuerdo como empecé a llorar, como quería levantarme y abrazarlo, pero lo que más quería era rebobinar, como en estos momentos, que a ti te cuento esto, también quiero rebobinar.
Y seguía gritando... 'YO... ¡TE ODIO!'. Cogió el dichoso cúter de mis manos y se lo puso en su muñeca, y con voz extrañamente tranquila me dijo '¿Qué te parece si yo hago lo mismo que tú?', con un gran chillido dije un simple 'No.' Me miro a los ojos, me miraba intentando llegar al fondo de mi mente, deseaba que soltara el aparatejo inútil y que dejará de mirarme. Y eso es lo que hizo. 'Eulàlia, cuando esté más tranquilo vendré a verte, quiero hablar seriamente contigo', y cerró la puerta.
El miedo y la tristeza invadieron mi corazón y mi cerebro, así que estuve cerrada en esa casa, callada, durante una semana entera, esperando la visita de Josh.
Bueno, esto es demasiado para mí, después seguiré...
Por fin llegó el día en que Josh se encontraba en mi casa, 15 días después de nuestra pelea, nuestra última pelea. Sí, vino, me dijo que estaba harto de todo, de que quería espacio para él, que quería seguir estudiando y no distraerse con una relación. Bah, típicas excusas, pero duelen demasiado.
Día tras día era peor, yo deseaba con angustia que saliera el sol algún día por mi ventana, pero nunca se asomaba por ahí.
No podía vivir sin él, sin sus abrazos reconfortantes... Caí en una depresión.
Pero lo más gracioso fue que, después de tanto tiempo, me encontré a Lucinda en el psiquiatra. Ya, que lugar más estúpido, ¿verdad? Pero yo estaba enferma, como siempre había estado en realidad. Ella me ayudaba en todo, ¡já!, dos locas ayudándose, qué locura.
Mi vida no es que fuera empeorando por momentos pero, no era lo que se dice 'una vida de ensueño'. Psicológicamente iba a mejor, sí, por fin asumí que me había tocado vivir eso porque el destino es así, unos caminos se juntan, otros se separan, en fin.
Pero lo peor aún tenía que llegar. El futuro no me aguardaba lo mejor, ¿eh?
De esto que vas al médico, una revisión que tienes que hacer, y notan algo extraño en ti, en tu barriga, un bulto. Sarcástica les dije 'Estoy tan deformada como loca' pero el doctor no me rió la gracia, y menos mi madre. Me asustaba esa seriedad en sus caras, y ese hombre desconocido, después de muchísimas pruebas, sentencio mi muerte. Eh, no, no llores, sé que a ti te ha pasado algo parecido.
¿Mi madre? Buf, no recuerdo la última sonrisa dibujada en su redonda y rechoncha cara, qué pena... Bueno, en realidad tampoco recuerdo la mía.
Lo peor que me podía pasar, me pasó, Josh se preocupó por mí, dijo algo como 'Eh, Eulàlia, ¿te pasa algo que... me puedas contar?' Y mi respuesta no fue la que el esperaba, fue otra pregunta, '¿Por qué lo dices?'. El me respondió con la vista baja, lo recuerdo tan bien... Me decía que me notaba con mala cara, más delgada, con menos fuerzas, ¿cómo no iba ha estar así? Estaba haciendo la quimio, ¡tenía cáncer joder! Y tengo... Y de aquí poco ya no tendré, pero tampoco podré contarle a nadie más mi historia... Josh volvió a ser el que era antes conmigo, hasta que tuve las fuerzas de decirle 'Me voy a morir, no me podré recuperar'. Adivina, se largó corriendo, se alejó de mí. Bueno, lo entiendo, yo quizá también lo hubiese hecho.
Y... Por eso estoy aquí, primera porque me estoy muriendo, y segunda porque Josh aún me derrumbó más. Ojalá sea el que llore más y yo y Jordi lo podamos ver desde el cielo.
Oye... Gracias por escucharme, eh, ¿señora? ¿Señora Rodriguez? Eh... ¡Enfermeras!
lunes, 11 de junio de 2012
Futuro.
Hemos pasado por muchas cosas, y aún nos quedan problemas para afrontar. Siempre habrá otra montaña, y otra, y otra... Hasta que el tiempo quiera acabar con nosotros. Pero además de problemas, también habrán alegrías, y aprenderemos a vivir mejor que ayer.
Entonces en nuestras vidas, mientras avanzamos por el camino que nos a tocado, conoceremos a ángeles y a demonios. Todos ellos nos ayudarán a comprender al ser humano, aunque creo que es lo más difícil de entender en este mundo.
¿No os gustaría aconsejar a vuestros hijos y nietos? ¿Decirles qué pueden hacer para vivir mejor? Pero para eso aún falta... El mejor consejo que puedo dar yo con mi edad es: estudia, pasa de las cosas malas, recuerda para siempre los buenos momentos y... ¡Búscate a una pareja con dinero! Que ya sé que el dinero no da la felicidad, pero sin dinero, no hay comida y si no hay comida no hay futuro.
Ríe cuando puedas.
http://www.youtube.com/watch?v=BalQSlMnqDE
en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se te echan encima
yo sé que siempre hay salida pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecho una porquería
pasan los años, los proyectos, los sueños
¿Recuerdas como querías ser cuando eras pequeño?
crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera
todo es mucho más complejo
responsabilidades, luchas, deberes,
sonreir cuando no te apetece
mentir para no hacer daño a la gente que quieres
fingir cuando perfectamente sabes que te mienten
¿merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres?
¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?
he sido un cobarde disfrazado de valiente, siempre pendiente del qué dirá la gente
escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente
porque, porque creo que lo he visto, amigo y..
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo
Con este tema me hago una promesa
y es hacer lo que sea para encontrar soluciones no problemas
sé que no soy perfecto, bien, no me castigaré más por no serlo
voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor
porque a veces fui valiente por miedo
sé que suena extraño pero sabes qué? lo peor de todo esque es cierto
hoy busco, dormir agusto, no suena muy ambicioso pero créeme es mucho
llevo treinta años estudiando la vida
¿Qué no hay mal que por bien no venga? eso es mentira
me centraré en lo importante, en mi familia, mis amigos mi pasión por el arte
aceptaré que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando
porque estar de bajón es humano
no pienso rendirme ante ningún problema
confío en mí soy capaz de vencer lo que sea
volveré a caer millones de veces pero siempre volveré a erguirme porque me di cuenta de que
oh, si me amigo me di cuenta de que..
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo"
Já, la vida me sonríe.
Desde que decidí hacer de mi vida algo mejor, desde que me dije a mi misma 'mi felicidad no va a depender de nadie', desde entonces, la vida me sonríe.
No voy a fingir más, no voy a ser tan falsa como los demás. Eso sí, nunca me veréis mal, he llegado a la conclusión que es mejor callarse los problemas y que nadie se queje de tus penas.
domingo, 27 de mayo de 2012
Y aquí estoy, engañada.
viernes, 18 de mayo de 2012
A lo que llamamos 'cutting'.
'Dame dolor externo a fin de que el dolor interno no acabe conmigo.'
No, no digáis que esto es de 'emos'. No digáis que esto es de depresivos, no. Gracias a gente como vosotros suceden estas cosas.
Hace unos años, no pasaban estas cosas... ¿Por qué? La gente no juzgaba tanto a los demás.
Esto no es a lo que vengo a decir.
¿Qué se siente? Voy a 'representar' que se debe sentir.
Principalmente, se siente odio, pero no odio a los que te rodean, a ti mismo. Odio porque no llegas a lo que quieres hacer, porque ves que nadie te apoya, y muchas otras razones.
Cuando sientes que, cualquier objeto que corte, roza tu piel, te pasa por la mente todo lo que quieres que acabe, te duele el pecho, te duelen esas cicatrices que aun no se han cerrado. Cuando sale esa primeriza gota de sangre, pequeña, sin ningún dolor aparente, piensas si vale la pena, pero ¿acaso vale la pena lo que estás viviendo? Por alguna cosa peor que la sangre te lo planteas hacer.
Cuando las marcas se ven, piensas '¿lo notarán?'. Vale, no lo notan, os lo confirmo. Pero hay otro tema, es si lo haces por dar pena o por... Por eso. Si lo haces por dar pena, mejor te rompes un pie.
Las gotas de sangre caen hacia abajo, tal y como la ley de la gravedad las obliga.
El mejor consejo ante esto, al cabo del tiempo, te arrepentirás por dos cosas. Una de ellas es por haber sufrido por gente que no valía la pena, la otra por hacerte cicatrices que dejaran una marca en tu cuerpo toda tu vida.
miércoles, 25 de abril de 2012
Confianza.
Confiar es algo muy bonito, todos tendríamos que tener una persona a la cual contarle tus secretos, tus errores, tus logros, tus todos y tus nadas, pero es muy dificil encontrar a esa perfecta persona que no te va a fallar por algún error que cometiste.
Tenemos que aprender a confiar, pero también a desconfiar.
sábado, 7 de abril de 2012
Soy esa.
Soy esa persona, la que te está escribiendo esto para que entiendas que soy así y no de otra forma. Quiero que entiendas que soy esa persona que lee, escribe, siente empatía, que llora y sonríe, y todo gracias a los que me rodean.
domingo, 18 de marzo de 2012
Sin ti no podría seguir con esto.
Que en tus brazos me derrito, porque haces que en mi corazón se encienda una gran llama de amor; que en tus labios me pierdo, porque haces que solo me importes tu.
Ya sabes que a mi, esto de escribir sobre ti no se me da nada bien... Lo único que te puedo decir, es que te amo, y no te quiero perder.
lunes, 13 de febrero de 2012
Él... *San Valentín*
Me río de cosas que ha dicho alguna vez, en su momento...
Cuando estoy mal, desearía tenerlo a mi lado, sentir su pecho contra el mio, notar sus labios haciendo presión en los míos.
Cuando pensé que lo perdía para siempre, mi vida se acabó, no tenia razón para vivir. Mi mundo es él, y si no tengo mi propio mundo, no tengo nada. No sabéis lo que puedo llegar a llorar por él, ya que intento que nadie me vea pero, no penséis que no lo he hecho nunca.
Sonrió al recordar esos momentos que vivimos y, cierro los ojos para poder sentir cada cosa que en ese momento pude sentir.
Es la persona que más feliz me ha hecho en mucho tiempo, y le doy las gracias. Gracias por todos esos momentos, besos y abrazos. Gracias por hacerme sentir viva, porque sin él no soy nada ni nadie.
Nunca pensé que alguien podría ser tan importante en mi vida, pero el me ha hecho ver que las personas son muy importantes en la vida de los demás.Lo siento por todos mis malos momentos, ya que son la mayoría de los días.
Perdona por creerme todo lo que dicen los otros, porque ellos no importan.
Pero con él todo se me pasa, me hace ver que todo puede ser mejor a su lado.
Gracias por ser tu y no otro.
Te amo. Te quiero. Te deseo. Te adoro. Ya son 9 meses y 21 días.
(Me gustaría poner más cosas sobre ti y todo lo que me has hecho sentir, pero de mi cabeza ya no sale nada más...)
domingo, 12 de febrero de 2012
Todos somo iguales.
Dejaros de tonterías y aprended lo que es amar de verdad...
¡No sé como llamarte!
(No es mío, por primera vez pongo algo que no es mío en el blog, pero no me he podido resistir. Amo los poemas pero no se hacer que mis palabras rimen...)
sábado, 4 de febrero de 2012
Amiga, es él...
- ¿Quién es?
- Ese chico, el que me mira diferente a los demás, sin juzgarme.
- ¿Cómo qué diferente?
- No sé, es tierno, me sonríe, es guapo, simpático y...
- ¿Y qué más...?
- Me he enamorado de él.
Allí estaré.
Si pides a alguien para contarle tus penas y alegrías, allí estaré.
Si crees que estás sola, allí estaré, para recordarte que no estás sola.
Cuando creas que todo se cae encima tuyo, allí estaré, para aguantarlo antes de que te haga daño.
Si alguien te alza la mano, allí estaré, para frenarla y bajarla, que sepa que no puede hacerte nada.
Detrás de las paredes cuando llores, allí estaré, para entender el por que de esas lágrimas.
Porque cuando piensas que no hay nadie, es mentira. Si te conozco siempre estaré allí para todo, aunque estemos a kilómetros de distancia. Y si no, y me quieres conocer, no hay nada más que decirme 'hola', con una gran sonrisa te contestaré.
Dan pena.
Con eso, no conseguirán joderme, solo me hacen entender que dan pena.
(*UN APLAUSO* - ¡Muy bien hecho!)
viernes, 3 de febrero de 2012
No te creo.
Pero de mi, se han inventado tantas cosas, han creído, dicho e imaginado tantas cosas sobre mi, que duele. Creen que me quiero morir porque sí, primero vive mi vida antes de hablar. Han dicho cosas como fuera de lugar, eh, miratelo antes de inventar cosas sin sentido, ¿vale? Al menos que sean creíbles. Han dicho estupideces para romper relaciones... Y de amistad encima, que eso duele muchísimo.
Y creer que yo pensaba que erais buenas personas... Algunas me dais tanto asco que no vomito porque os tengo respeto, la cual cosa vosotros a mi no me tenéis.
Después que si hago aquello o lo otro, ¡EH, QUE ES MI VIDA!
Sois tan mentiroso que aveces creo que puedo confiar en vosotros, pero ni eso...
Hago lo que me da la gana. Y soy lo que me da la gana, que es lo más importante. Yo no me invento vuestras vidas para joderos, pero ya se el por que... Vosotros no sois personas, sois seres despreciables, como demonios.
No os deseo la muerte, pero ojalá os hagan lo mismo, que una se lo pasa fenomenal con vuestros cuentos.
jueves, 2 de febrero de 2012
Me arrepiento...
Y ahora, por muchas veces que me caiga, me voy a levantar, con o sin ayuda, pero estaré de pie todo el tiempo posible.
sábado, 28 de enero de 2012
Perdóname...
Mi vida, se que está mal, pero estarás mejor sin mi... Perdóname por favor... Intenta no llorar, encontraras a alguien mejor, que te dé lo que tu quieras...
Que difícil es decirte adiós cuando te he querido tanto...
miércoles, 25 de enero de 2012
'Llamada Muerte' Capítulo 4.
- ¡Raquel! ¡Zuki!
Silencio.
Cogí a Edward y lo puse en mi hombro, es un peso pluma.
- Va, tío, despierta, tenemos que hablar de lo que ha pasado. - Esperé - Tío...
Nada, no despertaba.
Lo llevé a casa y lo dejé estirado en el sofá, hasta que despertara.
Mientras esperaba me estire en mi cama, pensando en lo que había pasado.
...
Ella, la Muerte, otra vez, con su negra capa y su guadaña, silenciosa a un lado de mi habitación, siempre la misma maldita esquina. Sin poderle ver la cara, me levanto, esperando poderle ver la puñetera cara.
- ¿Ya es mi hora? - digo en voz baja.
No controlo mi voz, es algo automático.
La Muerte asiente. Tengo miedo.
Me tranquilizo, como intento hacer siempre.
- Gabriel, es tu hora, siempre sera tu hora. - la voz extraña de cada noche suena por mi cabeza.
- ¿Cómo? - pregunto, con miedo a ser decapitado.
Un golpe de viento nos da, aunque, puedo observar su pelo, blanco y corto, como el de Zuki, voleando por un lado.
En el instante que me quiero acercar para verle la cara, adiós.
...
- ¡JODER! - es la voz de Edward.
- ¿Que te sucede? - digo gritando para que me oiga.
- Nada, me he hecho daño. - dice en voz baja.
Lo miro de arriba a abajo.
- ¿Te acuerdas de algo? - pregunto.
- ¿De que me tengo que acordar?
- Eh... No sé... Nada, da igual.
Me mira con desconfianza.
- Vale. - Mira la cocina. - ¿Tienes algún cuchillo, cuter...?
Me saco un cuter del bolsillo, siempre llevo uno encima. Pero eso es otra historia.
- Gracias, tío. - Lo dice de verdad.
Lo abre y lo mira, después a mi. Se arremanga la manga del brazo izquierdo y clava el cuter en su piel.
Se lo que se siente, ningún dolor al principio. Ves la sangre, piensas que eso es malo, pero sigues, ya no puedes parar. Cortarse es una maldita droga, una de las peores. Ven las cicatrices, te dicen loco, te juzgan, cuando ellos fuman, beben y etc.
Solo se hace rayas, sonríe mientras lo hace, como satisfecho por el trabajo. Me mira, limpia el cuter en su propia camiseta y me lo pasa.
Observo bien esa herramienta que los dos hemos compartido tantas veces, hemos visto tantos llantos reflejados en ese objeto plateado...
Lo clavo encima mi piel, fuerte, sin sufrir ningún daño aparentemente. Lo arrastro un poco hacia abajo, paro. Quiero poner algo en especial, 'INÚTIL' estaría bien. Y eso es lo que hago, ver como pequeñas gotas van saliendo de esas letras que reflejan lo que siento. Sinceramente, me siento mucho mejor, podría hasta ponerme a reír a carcajada limpia en este mismo momento.
Edward me mira y asiente, el me enseña su brazo, lleno de sangre. Únicamente son rayas, sin sentido.
- Sabes que esto esta mal, ¿verdad? - lo digo en voz muy baja, casi ni me oigo a mi mismo.
Caigo al suelo, algo malo ha pasado.