domingo, 3 de marzo de 2013

Close your eyes.

La música de fondo de mi vida es el silencio, porque es el que más habla, lo demás solo es ruido.
Estoy sentada en el centro de mi habitación con la piernas cruzadas, intentando relajar los sentimientos que me invaden. La casa está en silencio, no hay nadie.
Cierro los ojos por milésima vez intentando algo imposible, hacer que las lágrimas que brotan en mis ojos no salgan a la luz.
Solo hago que pensar en todo y eso me hace daño, pero soy incapaz de parar.
En él, en él y yo, en él sin mí, en mí sin él.
Nadie más que yo puede oír mis pensamientos. ¿En serio soy yo la única que puede escucharlos gritar? ¿O quizá son susurros demasiado cerca de mi oído?
Todo lo que me rodea me recuerda a él, y por más que me esconda en la oscuridad su recuerdo me persigue.
Estoy deseando terminar con esta tortura. Hace tiempo que dejé de ser valiente, ya no puedo vivir con ésto.

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