domingo, 18 de diciembre de 2011

'Llamada Muerte' Capítulo 3.

- Nada que le pueda durar más de un día.
Se levanto y me ofreció su mano, la cual yo acepte para levantarme.
- Y que hago con el? - pregunté preocupado.
- Esperar a que se despierte y déjalo en su casa. - me miro sonriente - Adiós, mañana nos vemos.
- Adiós...
Se fue junto a su melena rubia, casi blanca. 
- Edward, despierta, va.
No se despertaba aun así, le pegue un bofetada. Abrió lentamente sus grandes ojos.
- Me encuentro muy mal Gabriel.
- Va, que te llevo a casa, campeón.
Le ayude a andar hasta su casa, y lo deje, para que descansara. Ahora tenia que buscar a Raquel.
No tenia ganas, y menos después de haber tenido tan cerca a Zuki, de haber hablado con ella, de haberme enamorado de ella, aunque fuese muy adentro de mi ser.
Era tan... tan... simplemente perfecta, y sinceramente, me sentía atraído por ella.
No, mi novia es Raquel, para siempre. Pero me engaña, y Zuki dice que seré feliz con ella.
Joder, me tengo que sacar de la cabeza a Zuki, ella no es nadie, la acabo de conocer.
Voy en busca de Raquel, mi preciosa novia pija que solo busca juerga. No se me ocurre ningún sitio que la playa para encontrarla. Y allí la encuentro, sentada en la arena llorando, en un rincón.
- No llores pequeña.
- No, joder, tiene razón, soy una maldita perra.
- No lo eres. - me siento a su lado, mirándola.
- Gaby, mi gran amor... - dice con un gran suspiro.
- Dime.
- Te amo, lo sabes?
- Si. Pero... - sabia que esta pregunta tenia un pero.
Puse mi brazos a su alrededor, y ella me los aparto.
- Pero te estoy engañando.
- Da igual, te perdono.
- No, no tienes que perdonarme.
- Por que? - estaba confundido.
- Soy una puta.
- Que más da.
Raquel se tiró encima mio, y me empezó a besar, mientras me iba metiendo las manos debajo del pantalón, de los calzoncillos. Le empecé a quitar la camiseta.


Cuando acabamos ese bonito momento, me miro directamente a los ojos.
- Hemos terminado. - dijo levantándose y yéndose.
Mi mundo cayó en picado.
- Raquel! - grité desesperado.
No quería llorar, yo soy fuerte. Me levante y empecé a correr hacia casa, cogiendo mis cosas, poniéndolas dentro de una bolsa. Mire mis bolsillos, había un papelito. Ponía el numero de móvil de Zuki, se me ocurrió una locura.
- Te quieres largar de aquí conmigo?
- De acuerdo. - colgó.
Me arregle el pelo, estaba nervioso.
Aunque no lo pareciera, eran las 6 de la tarde, y en invierno, se hacia de noche a las 5.
Había cogido todo el dinero ahorrado que tenia en casa, 1.000€, espero que Zuki llevara algo. 
Llamó al timbre.
- Hola... - lo dijo sensualmente. - Ya se que has hecho el amor con tu novia, o ex, no se como decirlo. Bueno, que no te voy a buscar, ahora no.
Iba con muy poca ropa, y quería tocarla, quería tocar cada parte de su cuerpo, pero tenia que retener ese deseo.
- Se de un motel que no vale mucho... Y esta suficientemente bien... - dije inseguro. No sabia que hacia yéndome de casa con una desconocida. - Llevas dinero?
- Si. Vayámonos.
Llegamos enseguida al motel, solo podíamos coger una habitación si quería comer y todo lo que nos hacia falta. Con solo una cama.
- Por que me has dicho que si? - pregunté.
- Eh? 
- Que por que te has escapado conmigo.
- Ah, porque me gustas, quiero probarte.
- No me harás lo mismo que ha Edward, no?
- Eso intentaré. - me dedico una pequeña sonrisa. - Me estas dando permiso para probarte, acaso?
- No, no.
- Lo parecía.
- Las apariencias engañan.
- Pero tu no sabes engañar.
Le giré la cara, me estaba hartando de sus contestaciones.
- Nos vemos.
Dejo las maletas y se fue, dejándome solo.

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