martes, 6 de diciembre de 2011

Mi cielo, tu cielo.

Miro arriba, encuentro una nube negra. Miro a mi derecha, puedo observar un árbol sin hojas. Miro a mi izquierda, veo un lago, pero sin peces. 
Vuelvo a mirar hacia arriba, esta vez, soñando con algo mejor. Ahora hay muchas estrellas, grandes y pequeñas, más o menos brillantes. Hacen que mis ojos sirvan para algo más que llorar. 
Lo mismo hago mirando a mi derecha, un árbol verde con muchos pájaros de diferentes especies. En la izquierda, un lago lleno de peces y la luna se refleja encima.
Ahora, me miro a mi, pero sigo viendo lo mismo que siempre, una persona sin suerte. Te miro a ti, que haces que una parte de mi, sea feliz, tus ojos me miran como siempre, brillando y con chispazos de amor. Los miro a ellos, que parece que me quieran arruinar la vida.
Pero tú, tu mirada, ese cielo con estrellas, el árbol con pájaros, el lago donde se refleja la luna, me hacéis ver que hay un mundo mejor. Que no todo es una perdida de tiempo.
Ojalá siempre estuvieses a mi lado cuando busco tu mirada, porque sin ti, me siento sola y perdida, pero eso, en mi cielo hay una nube, al árbol se le han caído las hojas, y el lago ya no es lo que era, porque tu no estas aquí.

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